Y ya llegados a estas alturas de la historia, la mala siempre se convierte en buena. Y en esta historia no podía ser menos...
Me despido con buen sabor, Amalia se desprende de su austera vestimenta, su mal carácter, sus comisuras enraizadas en la más profunda obscuridad y se libera de sus frustraciones y sus penas.
Amalia será buena para siempre jamás!!!
Para Eli y Núria, otro libro más con final feliz!
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